
Tras, la derrota cosechada del Real Valladolid ante el Alavés es evidente que las cosas no funcionan, los jugadores parece que ya no creen en el entrenador, Sergio González y eso se plasma, sobre el terreno de juego. Una cosa no quita la otra, pero la falta de actitud, la pasividad, no se puede consentir y más, que te estás jugando el descenso a la Segunda División.
Las personas pasan pero el CLUB siempre se queda y está por encima de todos. Desde el comienzo de la temporada Sergio González no ha dado con la tecla, por unas razones u otras, pero es la realidad. Los números no engañan y son penosos y lamentables.
El único responsable es Sergio González que no ha sabido gestionar el vestuario donde hay jugadores desconectados y son peores de lo que parecen ser. No hay ideas sobre el terreno de juego, ni fútbol, no se juega a nada, desde hace tiempo y eso, desespera a todo el mundo.
De un tiempo a esta parte la actitud del entrenador ha cambiado y su trabajo cada vez es más discutible. Por un lado, no consigue corregir los errores que se repiten jornada tras jornada y que nos llevan lastrando desde la temporada pasada, y luego, durante los partidos, hace cambios que parecen programados desde antes de que se juegue. Y por último, su condena y su mayor lastre, las decisiones que toma durante los partidos no sólo no cambian nunca la situación para ponerla a nuestro favor, sino que algunas veces incluso nos han llegado a perjudicar.
Las últimas ruedas de prensa del técnico parece que no dice lo que piensa, sino, todo lo contrario, un sin sentido a las cosas. Además, en Vitoria, echando mierda a los jugadores e insinuando que están haciendo la cama el entrenador cuando tiene gran parte de culpa.
Esta semana tanto David Espinar como Miguel Ángel Gómez declararon que pase lo que pase, Sergio González acabará la temporada. Pero en Valladolid es un clamor y nadie piensa, que debe seguir. La gran pregunta que es mejor bajar a Segunda División o intentar gastarse lo que se pueda en un técnico, que cambie la dinámica del equipo.
La pelota está en el tejado de Ronaldo Nazario, pero es evidente que esto no debe continuar ni un minuto más, por el bien de todos, porque si no se hace nada, luego la afición y los medios de comunicación la tomarán con los responsables del CLUB, al no haber tomado ninguna decisión al respecto. La respuesta es clara: Sergio González no debe seguir en el Real Valladolid.